Opera Aida de G. Verdi, en Vigo.
Aida y Radamés están enamorados. Mientras que él es un capitán egipcio, ella es una esclava etíope al servicio de la princesa egipcia Amneris, que también ama al joven guerrero. El ejército etíope invade Egipto y nombran a Radamés para que lidere las tropas egipcias, con quien finalmente gana la batalla. Aida es en realidad la hija del rey etíope Amonastro, que se encuentra entre los prisioneros de la victoria de Radamés. El rey egipcio concede la mano de su hija Amneris a Radamés. En la víspera de la boda, Aida y Radamés se reúnen secretamente, y la princesa etíope, presionada por su padre, consigue que el guerrero le desvele los planes militares egipcios. Esta traición es descubierta y Radamés es juzgado y condenado por los sacerdotes a ser enterrado vivo. Aida consigue introducirse en la sepultura y los amantes acaban muriendo juntos.