Concierto de Girls Names en la Fábrica de Chocolate Club de Vigo.
Son de Belfast y son cuatro. Se formaron en el año 2009, originalmente como un grupo de dos, con Cathal Cully (compositor, cantante y guitarrista) y con el batería, Neil Brogan. A Cathal le propusieron telonear al grupo de surf estadounidense Wavves en su actuación en Belfast así que contactó con Neil para que este aprendiera la batería de sus temas. Precipitadas uniones con desarrollo feliz. Claire Miskimmin y el segundo guitarrista Philip Quinn se unirían más adelante a la formación. Por cierto, Philip Quinn defiende un proyecto paralelo bajo el nombre de Charles Hurts. Más que recomendable.
A través del sello Captured Tracks lanzaron en 2010 un primer EP (Girls Names). A continuación, a través de la discográfica Tough Love, nos presentaron el mismo año el mini álbum You Should Know by Now. En 2011 editaron Dead to Me con Tough Love y Slumberland Records y ha sido su último disco, The New Live (mismos sellos discográficos) el que nos dieron a conocer en el concierto del pasado 8 de marzo en club Magnet de Berlín. Y de él tocaron sus temas. Serios, sin aspavientos ni grandes construcciones luminotécnicas, íntimamente.
The New Life ha supuesto para el grupo una evolución importante. De hecho Cathal Cully ha expresado su disconformidad y desapego hacia el disco anterior. Ciertamente cambian de dirección. De una producción más casera o low-fi, donde el surf o el garage están más presentes, viran hacia un post-punk donde se aprecian ritmos progresivos que nos recuerdan al Krautrock. Sus guitarras, el bajo de Claire y una batería más pesada nos dirigieron en el directo, por lo tanto, hacia tonos más sombríos.
Su actitud en escena sencilla, serena. Cierta ternura inspiran estos muchachos. Tranquilamente ejecutaron sus temas. Cabizbajos todos ellos, sus posturas apesadumbradas dejaban asomar tímidas sonrisas que parecían de satisfacción. Fórmulas y aires de otras bandas venían a mi mente. The Horrors estaban en la atmósfera de Pittura Infamante. Joy Division, en la batería del tema Occultation. En ciertos rascados de guitarra de The New Life se adivina las influencias de Echo and de Bunnymen.
Girls Names no me resultaron del todo innovadores pero conectaron conmigo y yo con ellos por la magia de bandas que han estado conmigo desde siempre y que forman parte de la realidad de estos chicos norirlandeses. Quizás por eso me gustaron tanto, quizás por eso sonreí de satisfacción.
