Conoce la exposición: Esencia dunha colección. Afundación, en el Centro Social Afundación de Vigo (Policarpo Sanz, 26). Una selección de obras representativas de una colección de arte con más de 5000 obras que recogen la historia del arte gallego desde el siglo XIX hasta nuestros días. La muestra podrá ser visitada de modo permanente en el propio centro social los viernes y sábados en horario de 17.30 a 20.30 horas. Además, los centros escolares y colectivos podrán reservar visitas guiadas en otras franjas horarias llamando al teléfono 986 120 078.
El proyecto se presenta al público con 66 obras que repasan la historia del arte en Galicia cronológicamente desde el Romanticismo hasta la actualidad. Estas obras no solo recopilan los grandes movimientos artísticos de ese periodo de una manera aislada sino que los presenta como un reflejo de las grandes preocupaciones sociales de los últimos dos siglos: las vanguardias parisienses, la emigración, la Guerra Civil, el espíritu de la globalización del siglo XXI o la ecología.
La muestra deja constancia de cómo desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX, prestigiosos artistas gallegos consiguen darle a la pintura la brillantez que, durante el Románico y el Barroco, habían mantenido solo la escultura y la arquitectura. En este periodo los géneros protagonistas son el paisaje y el retrato. Con ambos se consolida la primera Escola Galega de Pintura, que recrea una Galicia por veces idealizada, por veces impregnada del realismo propio de la denominada Xeración Doente, que Ovidio Murguía de Castro abanderaba. En este periodo destaca también la pintura de denuncia y de crítica social, perfectamente representada por Castelao. El discurso expositivo continúa con la década de los años 30 que se caracteriza por la defensa de la tradición teñida de vanguardia por parte de los Renovadores en un proceso de universalización del arte gallego que desemboca en trayectorias personales como la de Laxeiro, Arturo Souto o Seoane. Estos años dieron a luz también figuras como Urbano Lugrís que traduce el realismo mágico inherente al alma gallega en iconografía marinera y colorista: figuras como Maruja Mallo o Eugenio Granell que aportan riqueza al Surrealismo con la exuberancia sudamericana durante los años del exilio.
Continúa el recorrido en la década de los 50, momento en el que el arte refleja, a través del movimiento abstracto, el proceso de incipiente apertura al exterior por parte de España. Desde fuera de Galicia artistas como Caruncho, Lago Rivera o Labra conectan con iniciativas internacionales de abstracción tanto líricas como geométricas. En este momento destaca la figura del autodidacta Tino Grandío que integra la Escuela de Madrid, Manuel Mampaso que gana, con su informalismo, la I Bienal Hispanoamericana en 1951. En Galicia la propuesta informalista evoluciona a experiencias tan interesantes como la de Leopoldo Novoa en los años 70. En estos años surge, como alternativa al lenguaje abstracto, la Nova Figuración que preconiza el retorno al objeto y a la realidad, aunque lo hace enriquecida por las aportaciones de la abstracción y las técnicas del Informalismo. El resultado de estas búsquedas desemboca en tendencias expresionistas, formas orgánicas deformadas o sensaciones de ingravidez e irrealidad, patentes en obras como las de Jorge Castillo o Xaime Quessada, y que en ocasiones contienen cierto carácter de denuncia social.
La muestra reúne, asimismo, la década de los 80 y el presente artístico. La globalización, los cambios políticos y una España que acaba de estrenar la democracia marcan esos años en los que los artistas dejan la denuncia social y la protesta para entregarse al placer de la creación. Un heterogéneo grupo de artistas enmarcados inicialmente como movemento Atlántica, retoma el espíritu de las vanguardias de principios de siglo para hacer un arte fresco y oceánico, que mira hacia el norte de Europa y Nueva York. Este lenguaje abstracto convive con modelos expresionistas que hoy son referencias internacionales. El discurso de la muestra se cierra con el presente artístico, marcado por los lenguajes globales, por las posiciones éticas y por una homogeneidad derivada del multiculturalismo y del trepidante avance tecnológico. En este contexto, los artistas gallegos abandonan la búsqueda de la propia identidad en favor de una visión más universal que se compromete con la ecología, con la propia existencia y con el sentido del arte.
«Esencia dunha colección. Afundación» hace un recorrido minucioso y exhaustivo por el arte gallego de los últimos 150 años y deja constancia de la esencia de la colección de arte de Afundación. Unos fondos que la entidad pone a disposición de toda la ciudadanía gallega a través de una serie de diferentes proyectos expositivos en la que se enmarca esta muestra, «Esencia dunha colección. Afundación».