Skeleton Sea es un proyecto que aúna arte y ecología, creado al alimón por tres surferos, João Parrinha, Luis de Dios y Xandi Kreuzeder, con el fin de conservar limpios los océanos.
Es arte, pero con un estilo muy particular, ya que se construye a base de restos y desechos: basura de las playas y otros materiales en estado de degradación. La reinterpretación artística de dichos materiales les trae de vuelta a la vida, al formar esqueletos con forma de objetos e instalaciones de técnica mixta. La importancia de mantener los mares limpios y la importancia de respetar la naturaleza y los derechos humanos es el mensaje que estos tres artistas desean comunicar a través de la muestra Skeleton Sea.
Antiguas boyas de cristal chino envueltas en cuerdas, huesos de ballena brillantes y pulidos, espinas de peces, boyas de pescadores y de plataformas petrolíferas, trozos de madera y de metal oxidado de naufragios de barcos son algunas de las piezas que rescataron del mar estos tres deportistas durante sus descansos en las prácticas del surf. Tesoros del mar que son el germen de un proyecto artístico para crear esculturas e instalaciones que expondrían en las costas. Parrinha, Kreuzeder y Luis de Dios unieron sus fuerzas para fundar Skeleton Sea y comunicar su particular visión acerca del punto de encuentro entre naturaleza, deporte y arte. Su mensaje no puede ser más claro: ¡mantén limpios el océano y las playas!
Los Artistas
João Parrinha nació en Lisboa (Portugal) en 1961. Es artista, músico y diseñador de esculturas. En 1977 se inició en el surf con una tabla de segunda mano que compartía con su hermano. En 1980 se unió a Nick Uricchio y Pereira Caldas, fabricantes de las tablas de surf de la firma Lipstick. João comenzó a decorar tanto sus propias tablas como las de Lipstick, transformándolas en piezas de arte únicas, y empezó a exponerlas en diferentes espacios, entre los que se encuentran la sala del Ministerio de Cultura Almada Negreiros y la prestigiosa Fundación Gulbenkian Foundation. En 1990, João inauguró su primera exposición individual y desde entonces se ha decantado por la escultura, disciplina con la que ha participado en exposiciones en distintas partes del mundo. Asimismo, ha trabajado como director de fotografía en cine (Alta fidelidad) y televisión y ha realizado anuncios comerciales y videoclips para bandas como Oasis.
Luis de Dios nació en Alicante (España) en 1969. Su gusto por la experimentación con nuevas técnicas caracteriza su producción artística, cuyo rasgo dominante es la yuxtaposición de materiales, formas y colores. Luis de Dios es conocido por su manera única de comunicarse a través del arte, alejado de los procesos artísticos tradicionales. “Buscar sin descanso, experimentar sin repetición”, así define él mismo su inspiración.
Xandi Kreuzeder nació en Munich (Alemania) en 1962. Tras una década en la élite del windsurf, llegando a situarse entre los 20 mejores windsurfers del mundo en esta especialidad. En la actualidad es un exitoso fotógrafo freelance de naturaleza, deportes extremos y moda deportiva. Con un don natural para la artesanía, su ojo permanece siempre atento para captar la belleza incluso de los materiales desechados, lo que le llevó a crear esculturas a partir de materiales reciclados. Hace 10 años tuvo la idea de poner en pie proyectos creativos junto a algunos de sus amigos artistas. Junto al portugués João Parrinha celebró su primera exposición en Munich en 1995. Desde entonces, ha enlazado sin descanso un proyecto artístico tras otro. Su objetivo es unir el deporte, con la estética y el arte, sin dejar nunca de lado la fotografía.
Fran Crowe abandonó en 2001 su exitosa carrera en el mundo de marketing para mudarse junto a su familia a una pequeña propiedad semisalvaje en Suffolk, una zona rural junto a la costa este de Inglaterra, para llevar una vida sencilla y cultivar sus propios alimentos. Su pasión por el coleccionismo le llevó a emplear la basura que hallaba durante sus paseos por la orilla del mar como material para sus creaciones artísticas. Fran estima que ha recogido (y reciclado como arte) cerca de 100.000 piezas de plástico de desecho mientras caminaba por las playas cercanas a su hogar. Divertido pero serio al mismo tiempo, su trabajo refleja su creciente consternación por los daños que nuestro estilo de vida occidental están causando en el entorno. Fran subvierte las habilidades de su formación como profesional para crear obras con un tono humorístico o, incluso, surrealista; realizadas con una mínima intervención. De un primer vistazo, sus creaciones resultan impresionantes a nivel visual, pero el trasfondo está en los detalles. Su obra sobrecoge, pero también entretiene, además de transmitir al público, según ella misma confiesa, un mensaje inolvidable de la olas.