Pluto, el dios del dinero, canta ciego por las calles. Está triste porque no sabe a quien se da y querría repartirse con justicia entre la gente honesta... Los que no tienen lo reclaman y los que ya lo tienen no lo quieren soltar... Pero Crémilo, un agricultor arruinado, le devuelve la vista a Pluto...
Pluto es la historia de una utopía, del sueño del reparto justo de la riqueza, del dinero, es decir, de Pluto... Y ahí es nada, esto ya le preocupaba a Aristófanes en el siglo IV antes de Cristo en un país mediterráneo donde la democracia pasaba por dificultades, en el que algunos ciudadanos se hacían esclavos para poder trabajar y comer. Pluto nos hace reflexionar con humor... humor ácido y satírico que nos invita a la fiesta de la utopía... Una fiesta donde la pobreza está erradicada y la riqueza, es decir, Pluto, lejos de abusos y exclusiones... Atenas hace ahora 25 siglos...