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Nono
Fecha: 30/04/2015 a 13/06/2015
Horario: 01:00 a 01:00

Exposición: Nada toma el lugar de usted, en Santiago de Compostela

La galería Trinta presenta hasta mediados del mes de junio la exposición: Nada toma el lugar de usted, una colección de obras realizadas por Nono Bandera.

Nada toma el lugar de usted es la prolongación de la serie “Love Letters”, iniciada con Un día en la luna, un proyecto expositivo para la galería Javier Marín (2014), ampliado con una segunda parte titulada Miel de abeja, actualmente expuesta en la galería Espacio Mínimo hasta el 16 de mayo. Como en anteriores ocasiones, el artista parte de materiales preexistentes -en este caso concreto, cartas y correspondencias de amor junto a papeles viejos y fragmentos de lienzo encontrados en mercadillos- alterando y resignificando deliberadamente su sentido original por medio de repintes y añadidos.

La muestra que se presenta en la galería Trinta se articula en torno a la obra Mar de luna, en la que Nono Bandera ha dibujado escenas amorosas y escrito el nombre de algunos de los agujeros oscuros más conocidos de la superficie lunar: Mar del Néctar, Mar de las Lluvias, Océano de las Tormentas, Mar del Frío, Mar del Ingenio, y Mar de la Humedad.

Se trata de una serie de microhistorias que no dejan indiferente –ningún trabajo de Nono lo hace-, tal vez por el juego que proponen sobre la apariencia de símbolos que, como el falso brillo de la luna, no son más que puras especulaciones mentales pues su superficie es tan negra como el carbón. La exposición se complementa con otros dibujos de corte más abstracto y una intervención in situ en la que se representa un fragmento del paisaje lunar dibujado directamente sobre una de las paredes de la galería. La serie de los “lagrimones” de colores que se desplazan por las paredes, son un cántico a la liberación de esa fuerza invisible llamada gravedad.

El contenido amoroso que intuimos en Mar de luna, o en Sogno de amore –otro de los dibujos expuestos- resulta tan enigmático como la apariencia deslumbrante de un satélite que, a pesar de que sólo brilla en nuestra imaginación, condiciona nuestra existencia agigantándola, menguándola o haciéndola desaparecer.