El Principito habla de un viaje, habla de la amistad, de la necesidad que tenemos de los otros, y de todo lo bueno que tiene ser diferente. Pero sobre todo, El Principito habla de la infancia como un valor que jamás deberíamos perder, de la libertad del ser humano para elegir su propio camino, aun equivocándose, y de la inocencia.