Como tizón quemado es una agilización del proceso creativo de Christian García Bello (A Coruña, 1986) hacia la rotundidad contenida del gesto, y hacia la severidad a ultranza de un carácter en evasión concreta y ciertamente radical. Esta evasión es fidelidad hacia uno mismo, hallazgo de lo temporal que tiende y se estratifica hacia lo superior; y es atributo de la individualidad trascendente que, además de la integridad que se le exige, es también producto de la inflexión de la reflexión y su conversión en objeto: la materialidad tridimensional, no equívoca y, menos aun, derivativa y desinencial, en la cual refugiarse, hallarse, y refundarse.
La complexión no banal de la instalación site-specific establece una unidad lógica con el espacio (vacío, luz y ciertas perspectivas aparentes) que particulariza el medio envolvente, y lo torsiona en una sucesión de tensiones verticales y horizontales reivindicativas de una geometría pura y razonada. Y la utilización de la madera, del grafito, de la cuerda, texturiza esa armazón primaria, insistente y focal, afirmación de lo inviolable del hombre y de su unicidad sustantiva.
Comisario/a: Alberto Carton