Ángel Stanich es un cantautor lisérgico. Oriundo de Santander, comienza a tomarse muy en serio la música a los 19, mientras realizaba estudios de periodismo en la Universidad de Valladolid. Antes ya había escrito algunos ripios y comprado su primera acústica. Fusilaba canciones de Dylan y no paraba de consumir viejos discos, cine clásico, literatura beat y toda suerte de inquietudes que pudieran atribuírsele a un hippie de Frisco en el ‘Verano del Amor’.
En poco tiempo se hace un habitual de la escena pucelana, tocando y tocando en bares como el Café Teatro o el Open-Mic Pucela del Bar Borsalino. Y tocando y tocando la cosa empieza a sonar. En 2011 decide grabar su primer disco, bajo la producción y apoyo de Javier Vielba (Arizona Baby/ Corizonas) que también se encargará personalmente de las guitarras eléctricas. Aunque Stanich había intentado formar otros conjuntos -siendo Los Stocks el único que tuvo algo de continuidad-, lo cierto es que lo usual era verle tocar en solitario o acompañado de un cajón. Pese a que sus canciones llevaban vueltas pidiendo a aullidos una banda de rock.
La divina providencia del groove -u otra cosa- le entregó una banda de auténtico mojo: con Vielba a la eléctrica, Alex Izquierdo (Idealipsticks) al bajo, y Guille Aragón (The Jackets/ Arizona Baby) a la batería. El disco se grabó en 3 días de aquel junio caliente. Aún no ha sido publicado. Ha sido macerado. Baños de frío y fuego. Pero ha llegado su hora. Ángel Stanich es un cantautor lisérgico. Su primer LP se llama “Camino Ácido”…