La fachada se debe a Melchor de Prado Mariño. Cuatro pilastras jónicas acanaladas en un gran óculo central animan esta desnuda obra arquitectónica.
Ver mapa más grande
La fachada se debe a Melchor de Prado Mariño. Cuatro pilastras jónicas acanaladas en un gran óculo central animan esta desnuda obra arquitectónica.
Ver mapa más grande