Se trata de un edificio del siglo XVIII, que sobresale de la alineación de las casas anteriores por medio de soportales. Tanto el escudo situado en la fachada del primer piso, el balcón del segundo, el llamador de la puerta y la vistosa cristalera de la puerta interior, son elementos destacables de esta construcción. Delimita con el callejón de Entrerrúas por el lado derecho. Es sede del Consorcio de Santiago en la actualidad.