Concierto de Belize en O Grove.
Formada en Pamplona, la banda navarra Belize camina sobre una fina cuerda que separa el espíritu acústico y melódico del pop más directo y las atmósferas y texturas electrónicas de la música dance.
Selvas de hormigón, trópicos urbanos, la frondosidad del tráfico, las raíces del cemento… Desde Navarra, Belize irrumpe en la escena del pop nacional con su álbum debut homónimo, que trae un sonido escapista-tropical y unas historias de ciudad hechas canciones.
Desde sus inicios en 2012, la formación liderada por los hermanos Ángel y Ana Fuertes y completada ahora por María Fernández, Pablo García, Juan Rubio y Vicente Hidalgo, han cuidado de manera artesanal y cercana todas las facetas artísticas que rodean al grupo, desde la autoproducción musical hasta el diseño y los vídeos. Y este disco es la mejor carta de presentación de todo ese trabajo de años.
“Belize” (2015), aunque se ha presentado a través de sólidos singles, ha sido concebido para ser escuchado “del tirón”. A lo largo de sus 10 canciones y 5 interludios se vive el diálogo continuo de Ángel y Ana, o más bien, de sus personajes, que subidos en una montaña rusa musical, se echan en cara lo mejor y lo peor de la compañía y la soledad.
“Egos” (2013) fue el primer tema que vio la luz. Una canción costera y acústica cuya forma puede maquillar su fondo: “Los egos son seres poderosos que se hacen grandes si los miras a los ojos” canta Ángel en ella. “Los Ritmos de la Ciudad” (2014) le siguió poco después. Sus elementos percusivos de carácter tribal y guitarras grabadas en afinaciones abiertas generan el ambiente perfecto para que la canción aborde, paradójicamente a golpe de optimismo, la angustia producida por el ritmo de vida que marcan las ciudades. “Tik’al” (2015), una píldora de bases vitamínicas con texturas electrónicas y luminosas, fue el single elegido por Delorean para hacer un remix. Para “Saudade” (2015) la banda apuesta por el portugués para sus estribillos y los viste con un pop mucho más directo y sencillo donde, en poco más de dos minutos, son capaces de dejar su sello melódico y vital. “Little Secrets” (2015) navega entre las ondas rítmicas y acústicas de la bossa nova y cuenta con un sinfín de pequeños detalles que buscan la calma y el placer sonoros. “Stab my Heart” (2015) no se anda con rodeos: es pop del que una vez entra en la cabeza no sale.
Para este disco, producido por Belize y Hans Krüger en Montreal Studios y mezclado por Luca Petricca en Estudios Reno, también han colaborado músicos como Henry D’Arthenay (La Vida Bohème) y Juan R. Berbín (Seward).
Ya solo queda disfrutar de “Belize” (2015) en el directo que está preparando la banda y que, con 7 músicos sobre el escenario, harán lo máximo para hacer crecer todavía más estas canciones con las que han empezado un viaje sin retorno.