Este miércoles a partir de las 19.30, Elisa vázquez de Gey nos presenta su nueva novela, Una Casa en Amargura. En la presentación estará acompañada por Antón Grande.
Una Casa en Amargura
Tras el éxito alcanzado con sus novelas en torno a la figura de la maharani española de Kapurthala, Anita Delgado, Elisa Vázquez de Gey publica ahora Una casa en Amargura (Ediciones B), en la que la narradora lucense viaja hasta La Habana de finales del siglo XIX para deslumbrar y sorprender con una historia sobre la vida cotidiana de amos y esclavos en la Cuba colonial.
En esta novela, Vázquez de Gey retrata con maestría el día a día en las casas de familias criollas habaneras y desvela un capítulo poco conocido de la historia de Galicia: el episodio de los 1.744 gallegos que huyendo de la miseria fueron llevados a Cuba como colonos pero terminaron esclavizados.
La Patriótica empresa
Advirtiendo que, con la prohibición de la trata, la entrada de brazos africanos comenzaba a escasear, con apoyos políticos y administrativos, Urbano Feyjóo Sotomayor (gallego, militar y diputado a Cortes) consiguió el privilegio Real para fundar una Patriótica empresa de ayuda a Cuba y salvación de Galicia cuya finalidad era contratar gallegos pobres y trasladarlos a Cuba para trabajar como colonos.
Entre marzo y agosto de 1854 transportó a La Habana ocho expediciones de colonos gallegos, un total de 1744 hombres que depositaba en inmundos barracones a los que el empresario denominaba centros de aclimatación. Los gallegos eran traspasados a hacendados que compraban sus contratos y los esclavizaban en ingenios de azúcar, obligándoles a vivir en las mismas condiciones que las negradas. A los dos meses de la llegada de la primera expedición habían fallecido más de trescientos hombres. Los gallegos se rebelaron y fueron duramente castigados. Los que lograron huir, deambulaban por los caminos mendigando comida, enfermos y hambrientos, por lo que fueros encarcelados o encerrados en depósitos de cimarrones.
Gracias a las cartas que ellos mismos dictaron a escribientes y enviaron a Galicia, sus familias comprendieron lo que estaba sucediendo y apelaron a la justicia. El clamor llegó hasta las Cortes y el proyecto de Feyjóo se reveló de esclavitud encubierta. Tras encendidas discusiones y no pocos rifirrafes políticos las Cortes zanjan la cuestión: libran a los inmigrantes de las obligaciones contratadas con la Empresa y les dan la posibilidad de regresar a Galicia o quedarse en Cuba. El asunto se liquida, el promotor se libra y los 1744 inmigrantes no tienen derecho a reclamación.
La AUTORA
Elisa Vázquez de Gey es de Lugo, vive en Lugo y se manifiesta cien por cien lucense. Sus primeras incursiones literarias tienen lugar en el ámbito de la poesía y de las recopilaciones, fruto de las mismas: Versos sin rimmel (finalista del Premio Nacional de Poesía Carmen Conde) Torremozas, Madrid 1986; Queimar as Meigas. Galicia, 50 años de poesía escrita por mujeres. Torremozas, Madrid 1989 y Atentamente suya. Incipit, Madrid 1995.
En 1989 conoce a la sobrina de Anita Delgado, la Princesa española de Kapurthala, y asume el encargo de escribir su vida. La autora rescata del olvido el personaje de Anita Delgado y la convierte en protagonista de tres de sus obras: Anita Delgado, Maharaní de Kapurthala Planeta, Barcelona 1989; El sueño de la Maharaní Grijalbo, Barcelona 2005 y La Princesa de Kapurthala Planeta, Barcelona 2008.
Para su nueva entrega, Una casa en Amargura (Ediciones B, Barcelona 2015), la autora abandona los palacios indios y los fastos de los Maharajás para sumergirse en el poco explorado tema de la esclavitud en la Cuba española.
Una casa en Amargura atrapa al lector con una trama ambientada en La Habana colonial en la que, a partir de un suceso inesperado, una encomienda póstuma y un extraño testamento, la autora nos relata la vida cotidiana de amos y siervos en las grandes casonas habaneras de los años anteriores e inmediatamente posteriores a la abolición de la esclavitud.
UNA CASA EN AMARGURA. Sinopsis
Misterio llega a La Habana en un barco negrero apresado por ingleses cuando ya la trata está prohibida. El Gobierno colonial la alquila a diferentes amos que, uno tras otro, le cambian el nombre, antes de convertirse en liberta de color y cuidadora de una niña blanca en una casona de la calle Amargura. Pero Misterio fallece y sus amigos descubren, atónitos, que les ha dejado un encargo: exige la presencia de cinco personas, dos de ellas totalmente desconocidas, en la apertura de su testamento y ellos tendrán que localizarlas. La búsqueda desvelará secretos más que sorprendentes.
Una casa en Amargura documentada en fuentes francesas, cubanas y gallegas, aborda el inexplorado tema de la esclavitud doméstica urbana en la Cuba española y nos transporta a una Habana poblada de ricos españoles, damas criollas, gallegos, chinos y esclavos africanos, que bulle entre archivos de copistas, estudios de síndicos y singulares domicilios de escribientes callejeros.