Concierto de Kiko Veneno en las Fiestas de San Froilán 2015 de Lugo.
Tras otros tres discos de larga duración, Kiko Veneno precipitó el final de su contrato con Ariola (afirmaría más tarde que el poco apoyo de la disquera fue lo que impidió que hiciera más álbumes de la calidad de Échate un cantecito y Está muy bien eso del cariño) y decidió que a partir de ese momento todos sus discos serían editados y comercializados por él mismo, tanto por medio de la distribución tradicional, como aprovechando las oportunidades que ofrece internet, a través de su sello Elemúsica. El primer disco de ese proyecto musical y empresarial fue Gira mundial, grabado junto a Pepe Begines (de No Me Pises Que Llevo Chanclas). Después realizará la producción, junto con Charlie Cepeda —productor de ‘Las Niñas’ y músico habitual de Kiko—, del primer disco en solitario de Pepe Begines: Mi propia película.
También co-produjo un disco junto a Cathy Claret y adaptó su canción “Esperanza” en su disco La familla Pollo. En septiembre del 2005 publicó El hombre invisible, después de casi dos años de proceso. En este álbum destacan las participaciones de Jackson Browne en “Hoy no”, canción homenaje a Lennon y al pacifismo; Jorge Drexler en “Inspiración”, plegaria en busca de belleza, y la guitarra de Raimundo Amador en “Satisfacción”.
En 2006 formó el grupo G5 junto con Tomasito, Muchachito (Jairo Perera, de Muchachito Bombo Infierno) y los dos componentes de Los Delinqüentes (Ratón y Canijo). Su primer disco fue haciéndose en sesiones dispersas pero concentradas. Según los miembros del grupo, las canciones son hijas de todos, son concebidas sobre la marcha, y salen solas. Tucaratupapi, contiene el sencillo “40 forajidos”. También cabe destacar “Calla”, la aportación más clara de Kiko a este disco.
En diciembre su grupo, la Banda del Retumbe, se trasladó hasta Vilna (Lituania). Y el año 2007 lo iniciaron en Nueva York, donde Kiko tocó en el mítico The Knitting Factory, gracias a su colega Jonathan Richman, que lo invitó a compartir su show.
A finales de 2007 Kiko comenzó un pequeño periplo internacional de conciertos. Fue primero a México, donde a veces coincidió con los Delinqüentes. Allí tocó en Guadalajara, León y México DF. Después viajó a California, donde su amigo Jackson Browne le brindó la oportunidad de compartir escenario con él. Tocaron juntos en Santa Barbara, en el Lobero Theatre y en el Temple Bar. Su maestría empezaba a conocerse más allá de las fronteras españolas. Mientras iba perfilando el que iba a ser su último disco seguía tocando, y compartiendo escenario con artistas como los ya mencionados Jonathan Richman o Jackson Browne; y otros no menos importantes como Julieta Venegas, Jorge Drexler, Martín Buscaglia o Kevin Johansen. Estos últimos encuentros fruto de sus conciertos y viajes por Argentina, a la que vuelve en 2008 ya que se publica un recopilatorio titulado El mejor veneno por esas tierras.
En septiembre de 2010 aparece su último disco hasta la fecha: Dice la gente. Se grabó durante el año anterior en “Estudios Pocos” de Sevilla, siendo producido por el propio Kiko Veneno, con la ayuda de su técnico de sonido Jacobo Fernández y Pablo Sánchez como auxiliar. De nuevo se recurrió a Joe Dworniak, esta vez para la mezcla. En este disco es muy importante la aportación de la banda habitual de Kiko Veneno que se implicó en la creación hasta sentir suyo el disco: Juan Ramón Caramés al bajo; Jimmy González en la batería; Raúl Rodríguez a la guitarra; Javi Valero con la guitarra eléctrica; Ana Gallardo y Anabel con las voces y teclados, y Ráfaga con sus percusiones. Destacar, a otro nivel, la participación de otros grandes músicos, y amigos como Javier Mas, Charlie Cepeda, Israel Galván o el resto de la formación del G-5…
Se le concedió el cuarto Premio Nacional de las Músicas Actuales 2012, siendo precedido por Joan Manuel Serrat, Amaral y Santiago Auserón. Los miembros del jurado hicieron hincapié en “su contribución decisiva durante más de tres décadas y media a la integración de tradiciones musicales internacionales e hispanas, difundiendo el compás, enriqueciendo con ingenio y calidad poética el formato de la canción popular”.