En la primavera de 1999, estos cinco músicos de Noruega y Suecia se reunieron para formar Atomic, una de las bandas acústicas más poderosas del nuevo milenio. Atomic consiguió inmediatamente una fuerte identidad de grupo sin perder por ello la libertad de expresión individual de cada uno de sus miembros. Según el diario The Guardian, su música es “una de las más apasionantes y desinhibidas que se ha escuchado en mucho tiempo”. La banda combina la eficaz y vanguardista sección rítmica de Oslo, con Havard Wiik al piano, Ingebrigt Håker Flaten al bajo y Paal Nilssen-Love a la batería, formación que obtuvo excelentes críticas cuando integraban el grupo Element; y en la línea de frente dos músicos de Estocolmo: el trompetista Magnus Broo y el saxofonista Fredrik Ljungkvist.
Este quinteto de noruegos y suecos se puede considerar el equivalente escandinavo al grupo de Chicago Vandermark 5. Las composiciones de Atomic, como las de Vandermark, están llenas de inteligentes referencias a la historia del jazz moderno y del free jazz, y ambas bandas saben perfectamente como integrar estas influencias sin perder su propio y particular sonido. La estructura de las composiciones es muy estricta, con complejos pasajes que resultan a la vez muy fluidos y con una apasionante energía rítmica.