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rebelds
Fecha: 16/01/2018
Horario: 20:30 a 20:30

Cineclube Pontevedra: Rebeldes do deus neón, de Tsai Ming Liang en Pontevedra

Cineclube Pontevedra: Rebeldes do deus neón, de Tsai Ming Liang en Pontevedra

La primera larga de Tsai Ming-liang poco se asemeja a la forma de sus otras películas. Neón Dios rebeldes no trae tiros largos: su montaje se muestra dinámico en comparación con trabajos posteriores. La cámara también se mueve más, de acuerdo con el tema central de la película, que es la delincuencia juvenil. Ya presentes aquí, por otro lado, están el elemento agua usado de manera metafórica, la soledad de los personajes y la presencia del actor Lee Kang-sheng - marcas posteriores encontradas en la filmografía de Ming-liang.

Rebeldes en el neón de Dios, lo que está sucediendo en la ciudad de Taipei, Hsiao-Kang adolescente (Lee Kang-sheng) no comparte las creencias de su madre para que él sea la reencarnación de un dios enojado. Al mismo tiempo, el también joven Ah-tze (Chen Chao-jung), junto al amigo Ah-ping (Jen Chang-bin), comete pequeños hurtos. Se une a los dos a la joven Ah Kuei (Yu-Wen Wang), que trabaja en un ring de patinaje y comienza una relación con Ah-tze.

La falta de comunicación con los padres lleva a Hsiao-Kang a huir de casa, y él comienza a seguir a la pareja: Ah-Huei, porque dañó el taxi de su padre; Ah-tze, porque Hsiao-Kang se enamoró de ella.

Incapazes (aunque deseosos) de salir de Taipei o de volver a las casas de donde salieron, los jóvenes marginales sin rumbo de Ming-liang vagarán perdidos en medio de los escenarios luminosos de las calles concurridas, de los ring de patinaje y de una casa de fliperamas que tienen punto de referencia (y con la pulsante banda sonora puntuando).

En el estreno de Ming-liang, se nota un estilo anclado en noble casta de cineastas. La alienación urbana de Antonioni, truco con la juventud marginal típica Fassbinder o incluso en pequeños toques de humor heredado de gags de la película en silencio (como cuando Hsiao-Kang romper la ventana para tratar de ahuyentar a un insecto), el cinéfilo entusiasmo Ming -liang se hace presente como una carta de principios.

Al final de la película, la cámara apunta hacia el cielo, despidiéndose de la ciudad, cosa que los rebeldes del neón no lograron hacer. Después de la confrontación con sus guías espirituales en el cine, Ming-liang ahora se lanzará a vuelos más grandes. El rito de paso fue completado ya en esta primera película, pequeña y hermosa.

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