Ponte Vella

Según la tradición, data de la época de Trajano, no obstante sus características constructivas lo acercan al tiempo de Augusto. De aquel primer puente solo quedan, como mudos testigos del pasado, algunos sillares almohadillados de las bases.

Si el vano central tuviera la misma luz que la actual sería sin duda uno de los más amplios del imperio y explicaría las constantes ruinas del mismo. Según el itinerario de Antonino, una vía secundaria de la vía XVIII cruzaría Ourense por este lugar.

La primera reconstrucción conocida (1228-1229) fue patrocinada por el obispo Don Lorenzo y apoyo del rey Fernando III. Es ahora cuando se le da el perfil actual con el arco apuntado y las rampas en ascenso.

Las nuevas ruinas y arreglos, debido sobre todo a problemas de cimentación, se solucionan definitivamente en 1667 cuando el maestro cantero Melchor de Velasco aplica la propuesta adecuada.

Se conservan 7 arcos de los 11 primitivos. En el 1º de la margen izquierda aun se pueden apreciar la construcción romana (e indicaría la altura del puente). Mide 370 metros de largo, con arco central de 43 metros de ancho por 38 de alto.

La torre que aparece representada en el escudo de la ciudad se demolió en 1839 con otra gemela de época carlista.

Hasta la construcción en el siglo XX del Puente Nuevo no contaba mas que con este obra para cruzar el Miño. Disponía, no obstante, de un paso en época de estiaje (justo donde hoy se levanta la "Pasarela do Vao"), y un paso de barcas, que se denominaba "Porto Auriense".