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Rosa Cabecinhas y Alcino CunhaMuralla.Lugo.Galicia

La muralla Romana

Sus casi dos mil años de historia la han convertido en el símbolo de la ciudad, en especial cuando en el 2000 fue reconocida como monumento Patrimonio de la Humanidad, destacando de esta forma el pasado romano de la ciudad que cobijó en su interior hasta el siglo pasado, cuando el progreso y el crecimiento de la población rompió las fronteras de sus muros y la convirtió en el centro de la ciudad y eje de la vida diaria de sus miles de habitantes.

La ciudad, fundada hace más de dos mil años, llevó con orgullo el nombre de Lucus Augusti, y su recinto amurallado, a pesar de tener una estructura medieval, conserva por todos sus rincones su pasado romano. De hecho, la zona de intramuros es la mejor conservada de la península ibérica entre las de su época, manteniendo en muchas de las zonas su configuración original.

La muralla está datada en el siglo III d.C. y posee una planta cuadrangular con esquinas redondeadas y un perímetro de 2.660 metros. Su adarve, conformado por cubos mide entre los 4,50 y los 7 metros de ancho, con varios accesos a lo largo de su perímetro que permiten el paseo por la parte superior. La altura de este monumento oscila, dependiendo de la orografía, entre los 12 y los 14 metros.

A pesar de su buen estado actual, la muralla ha sufrido cambios durante sus casi dos siglos de vida. Aunque en la actualidad está formada por 71 cubos, en un principio se cree que había 85, que estaban coronados por sus correspondientes torres de una altura aproximada de dos pisos en los que había ventanales de medio punto. Ese vestigio del pasado se puede observar en el único que se conserva, en la zona de A Mosqueira.

Los distintos cubos están unidos de forma continua por un paramento que recibe el nombre de cortina y que tiene una longitud variable entre los 6,30 y los 13,50 metros. Esta disposición de cubos y torres tenía la finalidad de mejorar la vigilancia y evitar que los ataques se extendiesen a los lados evitando puntos muertos y protegiendo las zonas de cortina. En sus tiempos de gloria, contaba con un foso separado de la muralla unos cinco metros, con una anchura de entre 20 y 30 y una profundidad de cuatro metros respecto al suelo original.

Los accesos sí son completamente diferentes a los primigenios, ya que ahora hay una rampa y cuatro escaleras adosadas al paramento exterior, mientras que el sistema romano utilizaba escaleras embutidas en el macizado en forma de T, con plataforma de acceso y dos ramales opuestos. Los restos de muchas de ellas se pueden ver todavía, aunque no están en uso y los restos encontrados dan idea de que había una por cubo. Para acceder a estas escaleras, situadas por encima del nivel del suelo original, había otras escaleras móviles de madera que podían retirarse en caso de defensa, quedando la muralla aislada.

Actualmente, diez puertas de diferente anchura dejan el paso de entrada y salida del centro de la ciudad. La mayoría de ellas son modernas y datan del siglo XIX. De las originales se conservan tres con pocas modificaciones y una, Porta Miñá, prácticamente en su estado original.

Puerta de Santiago o de O Poxigo

Existente ya en época romana, está totalmente modificada. Fue una puerta privada para uso de los canónigos y sus sirvientes por su proximidad a la catedral. En el XVIII fue ensanchada para facilitar la entrada de carruajes.
Tiene una hornacina en la que se colocó una imagen de Santiago "matamoros" y en la parte inferior el escudo de armas del obispo Izquierdo. En épocas de peste era la única puerta que permanecía abierta, para un mejor control de personas, carros y caballerías. Junto a la misma está situada la única rampa de acceso al adarve.

Puerta del Obispo Aguirre

La construcción de esta puerta, en el XIX, supuso la eliminación de dos cubos de la muralla y su apertura estuvo justificada para comunicar la ciudad con el nuevo Seminario y el cementerio, hoy también desaparecido y ocupado por el Gran Hotel.

Puerta del Obispo Izquierdo

Su apertura, también en el XIX, fue causada por la construcción de la cárcel, hoy sede de la Policía Local. En el interior de la misma existe una habitación que servía como fielato.
Junto a esta puerta está el Reducto Cristina, un bastión defensivo realizado por el Cuerpo Militar de Ingenieros durante las guerras carlistas. Por el mismo motivo, se construyeron también fortines en las puertas de San Pedro, Santiago y Falsa, que serían derribados una vez finalizado el conflicto, en 1846.

Puerta de San Pedro

Se trata de una de las antiguas puertas de la época romana. Junto a ésta existía en la antigüedad una capilla dedicada a San Pedro, que le dio nombre, aunque también se la conoce como Puerta Toletana, porque daba acceso al camino de Castilla, utilizado en especial por los mercaderes. En una plaza adyacente está otro de los accesos al adarve mediante escaleras de época moderna.

Puerta de la Estación

Se abrió en el siglo XIX a demanda de los vecinos para tener un fácil acceso a la estación de ferrocarril. Junto a la entrada están situadas unas escaleras de acceso. Fue derribada a comienzos del pasado siglo para ampliarla y permitir la entrada de tráfico rodado.

Puerta Falsa

De origen romano, tenía una utilización exclusivamente militar. Fue cerrada en la edad media y vuelta a abrir cuando se instaló en la plaza donde está situada el hospital de San Bartolomé. Era el acceso utilizado por el correo por su cercanía con la avenida de A Coruña. También cuenta con un acceso al adarve.

Puerta de San Fernando

Fue denominada en un principio Puerta del Príncipe, en honor del recién nacido príncipe Alfonso, hijo de Isabel II, que visitó la ciudad e hizo la inauguración de la obra. Fue derribada en el siglo XX para proceder a ensancharla.

Puerta Nueva

Originaria de la época romana fue modificada en el siglo XII y posteriormente en 1900 por su estado ruinoso. Cuenta con un acceso al adarve. Durante la época medieval poseía un cuerpo de guardia, utilizado posteriormente como capilla dedicada a la Virgen de los Remedios y a Santa Marina.

Puerta del Obispo Odoario

Otra de las puertas que cuenta con dos fielatos. Su construcción, envuelta en la polémica, data del siglo XX y se justificó por la construcción del hospital de Santa María. Desde esta puerta arranca el tramo conocido por Almena del Rey, el más soleado de todos.

Puerta Miñá o del Carmen

Es la más antigua y menos modificada. Está situada junto a la capilla del Carmen y era la utilizada para acceder a la calzada del río Miño. Todavía conserva en su interior un hueco reservado al cuerpo de guardia al que se le tapió el acceso. Entre esta puerta y la de Santiago está situado el Paseo de los Canónigos, conocido así porque era el lugar por el que paseaban los sacerdotes con cargos en la catedral.

 

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9 de diciembre de 2023